Plan por Malasaña
DESCUBRE MALASAÑA
El barrio de Malasaña forma un cuadrado irregular flanqueado por la Gran Vía por el sur, la calle Fuencarral por el este, la calle Carranza por el norte y, por último, la calle San Bernardo por el oeste.
Le debe su nombre a Manuela Malasaña, heroína madrileña de los levantamientos del 2 de mayo de 1808 contra las tropas francesas. Este hecho histórico tiene gran importancia en el barrio ya que su punto neurálgico, la Plaza del Dos de Mayo, se ubica en el emplazamiento del antiguo Parque de Artillería de Monteleón donde se produjo un foco de alzamiento al mando de Luís Daoíz y Pedro Velarde. En la actual plaza se conserva un arco del antiguo cuartel y el monumento en honor a estos dos capitanes.
Es un barrio con una ferviente actividad comercial con miles de oportunidades y propuestas distintas para un día de compras.
El principal foco de tiendas se sitúa en la calle Fuencarral, en el extremo este del barrio, colindante con otra zona de gran actividad comercial como es Chueca. Esta vía, peatonal en buena parte de su recorrido en la zona, presenta numerosas firmas populares de moda juvenil y deportiva. Junto a éstas podemos encontrar otros establecimientos especializados en moda alternativa, moda retro, tatuajes, etc.
En las estrechas y coquetas calles situadas alrededor de la plaza del Dos de Mayo los protagonistas son pequeños comercios entre los que podemos destacar los dedicados a la moda vintage, tanto de primera o segunda mano, o a los cómics.
Dentro de esta zona se sitúa Triball, cuyo nombre es un acrónimo de triángulo de Ballesta, una de las calles de esta zona. Una zona en emergente desarrollo de nuevos establecimientos que impulsen la zona como referencia del comercio sostenible.
Su oferta gastronómica es muy completa y variada. Podemos encontrar numerosas tabernas clásicas de toda la vida donde disfrutar de una refrescante caña acompañada de su habitual tapa, u otras propuestas más modernas.
Las terrazas son otras de las protagonistas de esta zona. Terrazas donde poder disfrutar de un amplio abanico de productos culinarios desde aquellos que apuestan por una cocina clásica, hasta otros en los que degustar recetas más vanguardistas, pasando por establecimientos comprometidos con los productos de procedencia ecológica u otros vegetarianos y veganos.
Pero también cabe la posibilidad de pasar una tarde reposada y tranquila en alguno de los numerosos cafés que pueblan Malasaña. Lugares con una cuidada y especial decoración, con un ambiente relajado, perfecto para acompañar un café o té de una agradable charla o un buen libro.
Respecto del ocio nocturno, el espíritu de la Movida no ha decaído en Madrid, donde las noches siguen siendo eternas y con un punto canalla en esta zona. A pesar de que el barrio ha dejado ser coto de noctámbulos y ha extendido su ferviente actividad a las mañanas y las tardes, la noche sigue luciendo de maravilla en Malasaña. Se caracteriza por su estilo alternativo, transgresor y con un toque kitsch heredado de aquel movimiento cultural. El rock, el punk y el indie-pop es su banda sonora e invita a ser escuchada en locales pequeños, por lo que no se suele encontrar en la zona discotecas de gran aforo.